lunes, 3 de enero de 2011

Práctica 5: Hipnosis

Historia de la Hipnosis
Después de ver el fragmento de la película “La pasión secreta de Freud” el aspecto que más me llamó la atención de las técnicas utilizadas por Freud fue el empleo de la hipnosis. Históricamente, el empleo de la hipnosis no se empezó a estudiar sistemáticamente hasta mediados del siglo XVIII, aunque previamente los egipcios habían utilizado técnicas similares a la hipnosis en sus Templos del Sueño.
La primera persona reconocida que usó estas técnicas hipnóticas fue Franz Anton Mesmer (1734-1815), un doctor en medicina y filosofía austríaco. Él creía que existía un fluido semi-magnético en el aire que los nervios del cuerpo humano absorbían. Como doctor, su principal preocupación era la de cómo tratar de forma efectiva a sus pacientes, y él consideraba  que las enfermedades estaban causadas por un bloqueo de la circulación de este fluido magnético en la sangre y en el sistema nervioso. Curar una enfermedad sería, a su parecer, corregir la circulación de este fluido. Inicialmente uso un imán, y posteriormente su mano, que pasaba sobre el cuerpo enfermos en un intento de corregir esta circulación magnética. Se creía que la mano desbloqueaba el fluido incrementando la cantidad y la fluidez del fluido magnético al pasar por la zona afectada. Se acuñó el término de “magnetismo animal”, y al procedimiento se le conocía como Mesmerismo.
El Marqués de Puysegur (1751-1825), un pupilo de Mesmer, usó el magnetismo animal en un joven campesino que entró en un estado de sueño pero que aun podía responder y comunicarse con Puysegur. Cuando el campesino se despertó, no pudo recordar nada de lo que había ocurrido en la sesión. Puysegur pensó que la voluntad de las personas era un importante factor en el éxito o fracaso del magnetismo.
John Elliotson (1791-1868) un médico de inglés fue inhabilitado de su profesión por sus demostraciones en el campo del magnetismo animal, igual que James Esdaile, un cirujano que utilizaba técnicas mesmerianas como anestesia.
No fue hasta 1843, que los términos hipnotismo e hipnosis fueron acuñados por James Braid (1975-1860), un cirujano escocés que observó cómo algunos sujetos experimentales podían entrar en trance simplemente fijándose en un objeto brillante. Él creía que algún tipo de proceso neurofisiológico estaba relacionado y que la hipnosis era muy útil en trastornos que no tenían un origen orgánico identificado. Demostró que un único estímulo (una palabra, un objeto, etc.) eran suficientes para volver a hipnotizar a los sujetos. Nadie sabía cómo funcionaba el proceso de la hipnosis, aunque hubo varias teorías:
1-      Jean-Martin Charcot (1825-1893), un neurólogo importante de su época y director del la famosa clínica neurológica de Saltpetiere en Paris, usó la hipnosis para tratar a las histéricas. Llegó a la conclusión de que la hipnosis era una crisis inducida cuando sus pacientes histéricos mostraron síntomas de epilepsia, como cuando estaban en un trance.
2-      Hippolyte Bernheim (1837-1919), un profesor de medicina en la Universidad de Nancy consideró la hipnosis como una forma especial de sueño donde la atención del sujeto está concentrada en las sugestiones que hace el hipnotizador. Como consecuencia, puso énfasis en la naturaleza psicológica de la hipnosis.
3-      Sobre el 1920,   la hipnosis se convirtió en el objeto de estudio de investigaciones experimentales de psicólogos como Clark L. Hull (1884-1952), que desmitificó la hipnosis diciendo que ésta era esencialmente una parte normal de la naturaleza humana. El factor importante era la imaginación del sujeto.
Dentro de la aplicación clínica de la hipnosis hay un nombre que destaca, es el de Milton Erickson (1901-1980), del que podéis conocer más sobre su historia y sus métodos aquí http://en.wikipedia.org/wiki/Milton_H._Erickson o aquí http://www.erickson-foundation.org/ipages/ericksonsub/ericksonlife.html. El Dr. Milton Erickson trabajaba con sus pacientes usando metáforas o formas determinadas de hablarles, para inducirles ciertas reacciones psico-emocionales que les curasen de sus trastornos mentales, sin necesidad de una hipnosis clásica o que supusiera la pérdida de conciencia del paciente.
El apoyo para la enseñanza del uso terapéutico de la hipnosis en la medicina no llegó hasta el año 1955 de la mano de la British Medical Association, seguida tres años después por la American Medical Association. Hoy en día, la International Society of Hypnosis coordina y asesora las prácticas hipnóticas estándar y profesionales alrededor del mundo. La hipnosis se usa actualmente en odontología, medicina y psicología y ha demostrado ser de mucha ayuda si se usa junto con otros tratamientos y terapias más convencionales. El uso profesional de la hipnosis en tratamientos tanto físicos como psicológicos continua creciendo a día de hoy. Se usa ampliamente en el tratamiento de adicciones, pero siempre conducido por un profesional en un lugar controlado. La mala praxis en la hipnosis puede tener consecuencias peligrosas y puede ser especialmente dañina en tratamientos de personas que fueron abusadas sexualmente de pequeñas.         
Reflexión:
Investigando un poco más a fondo sobre la hipnosis, podemos ver a ésta de una forma más acercada a la realidad, desprendida de toda la mitología que existe alrededor de ella, fruto de películas, showmans y bulos. Para Freud, durante un tiempo, la hipnosis era un método efectivo de llegar al inconsciente de las personas, donde estaban enterrados o bloqueados recuerdos y experiencias traumáticas. Llegando a ellos, era capaz de desbloquearlos y sanar a la persona que estaba hipnotizada. Repasando toda la información que he encontrado sobre la hipnosis, se puede sacar una conclusión, que la relajación de lo físico (músculos, sentidos,…) estimula la actividad mental (recordar, reflexionar). Según éste principio, la teoría Freudiana sobre los sueños tendría cierta lógica, porqué al estar dormidos, relajamos completamente el cuerpo y dejamos vía libre a la parte no consciente de nuestra mente.
Como futuro psicólogo, el uso de la hipnosis es algo que me atrae mucho. Me fascina el hecho de que tengamos experiencias almacenadas en nuestro cerebro a las que no podemos acceder. El conocer los procesos de nuestra mente y nuestro cerebro es uno de los motivos que me llevó a estudiar psicología, es un mundo impresionante del que sabemos muy poco y por suerte, queda mucho por descubrir aún, y el ser partícipe de ello me motiva para seguir estudiando en este campo.

1 comentario:

  1. Aprofundeix en Milton Erickson si t'interessa el tema. Hi ha material -poc- publicat en castellà, fantàstic!
    Bona feina, Éric!

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